Prueba de esto, el primer corte del álbum, “Darkest Hours”. Se trata de una composición directa, de poco más de cuatro minutos, y es que la banda ha vuelto a olvidarse de esas eternas creaciones de ocho y nueve minutos. Evidentemente estamos ante un sonido renovado y actual, pero con la esencia de la banda latente desde el principio. Muy melódica, con un Timo Kotipelto brillante, que muestra su voz tal y como es, sin abusar del falsete. Buena forma de comenzar este examen al que todo el mundo someterá a la banda.
Con una base inicial, asentada en las guitarras, “Under Flaming Skies”, continua en una línea más típica de la banda. Jörg Michael a la batería, sin dejar el doble bombo, con ese ritmo que tanto nos recuerda a obras del “Episode” o “Destiny”. Nuevamente un estribillo rápido, melódico y de lo más pegadizo. Todo ello aderezado por una gran parte instrumental compuesta a conciencia y con arreglos al milímetro.
La voz de Timo a capella, nos introduce en un precioso “Infernal Maze”, que tras un majestuoso arreglo orquestal y coral, da paso a otro corte rápido, con el teclado de Jens Johansson que adquiere el mismo protagonismo que la guitarra, compartiendo incluso el solo del corte. ¡Dios mío, lo que me recuerda este tema a sus mejores obras!.
“Fairness Justified”, es un medio tiempo que da un poco de calma a este principio de disco tan rápido. Una canción en la que Kotipelto es el protagonista, y en la que su voz se mezcla con los coros imponentes. No debemos pasar por alto en este corte el elaborado y lleno de sentimiento solo de guitarra a manos de Matias Kupiainen, que salva con nota la difícil papeleta de sustituir a Timo Tolkki.
Llegamos a la mitad de los temas, que no del disco, con otro tema rápido y power como él solo. “The Game Never Ends”, un tema bastante ligero, e interesante, con una gran melodía vocal de principio a fin, pero que no tiene mucho que destacar sobre el resto.
“Lifetime In A Moment”, el corte más largo del disco, si obviamos el último “Elysium”, comienza con una introducción coral a capella seguida de una guitarra que da paso a un tema pesado, nuevamente con la batería y el bajo de Lauri Porra, acompañando a medio tiempo, la voz de Timo. Un buen corte, pero que no tiene el gancho de los cortes veloces o las baladas. Se trata de un tema, más elaborado y pomposo, para escuchar, sentado y seguramente con los ojos cerrados.
Llegamos, ahora sí a la balada del álbum. “Move The Mountain”, una preciosa pieza, como nos tenían acostumbrados, con las guitarras acústicas fluyendo junto con la voz, y todo ello aderezado de toques de piano y orquesta, que logran un bonito tema. Aunque sintiéndolo mucho, no llega a la altura de sus míticas baladas como “Forever”.
Y como ya es sabido, después de la balada, se acaba la tregua, y vuelve la fuerza y la velocidad, pues STRATOVARIUS es un grupo más de velocidad que de fuerza. Nuevamente asentado sobre unos raudos riffs de guitarra, que en seguida se enlazan con los teclados, dan paso a la voz de Timo sobre una base de batería y bajo a doble bombo. Y es que los finlandeses saben en qué parte de la canción deben dar protagonismo a la voz y en cual a la guitarra y el teclado. Buen corte, nuevamente en la línea de los primeros del disco.
Y para finalizar, la composición que da título al disco, “Elysium”, un impresionante corte de nada menos que 18 minutos de duración. Una obra en la que todo entra, una obra que no resulta nada larga, aunque también es cierto que tiene altibajos. El tema pasa de un inicio a medio tiempo, a otras partes mucho más power a su máximo exponente, y con un final colosal de lo más sinfónico. Una obra maestra, cargada de arreglos y matices que hay que escuchar con mucha calma.
En definitiva. Pese a lo que muchos pensaban, STATOVARIUS no ha muerto, ni mucho menos. La marcha de Timo Tolkki, muy a mi pesar, ha supuesto quitar el lastre que había convertido sus últimos trabajos en monótonos y ha supuesto una vuelta a las raíces. Por supuesto, no han inventado nada, pero de momento, me conformo con que vuelvan a sonar de esa manera que tanto nos enganchó a muchos.
LINE-UP
Timo Kotipelto – voz
Matias Kupiainen – guitarra
Jens Johansson – teclado
Jörg Michael – bateria
Lauri Porra – bajo
TRACKLIST
01 – Darkest Hours
02 – Under Flaming Skies
03 – Infernal Maze
04 – Fairness Justified
05 – The Game Never Ends
06 – Lifetime In A Moment
07 – Move The Mountain
08 – Event Horizon
09 – Elysium
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